A los viveristas que habitualmente elaboran sus productos en las instalaciones que Adecuara tiene en Biescas y Jaca, se suman de forma esporádica productores agroalimentarios “de temporada”. Es el caso de la mermelada de cereza de Bolea “Casa Rufino”, que, desde hace menos de una semana y por segundo año consecutivo, se produce en el vivero de Jaca.
El año pasado se vendieron los 300 botes de mermelada que elaboraron y este año, José Luis Rufas y Marta Calvo esperan agotar también las existencias. Pese a que este año hay menos cereza debido a las lluvias, su idea es aumentar la producción hasta los 500 botes. “Nuestro producto no lleva ningún conservante” explica Marta, “si queremos que la mermelada perdure sin aditivos, la materia prima tiene que ser buena”. Por eso, compran las cerezas en la cooperativa de Bolea. Además de elaborar sus mermeladas con un fruto de primera calidad, ayudan a mantener la economía de su pueblo.
Aunque no se cierran a probar en un futuro con otro tipo de producción agroalimentaria, ambos creen que, de momento, tienen que estar centrados en la mermelada de cereza, pues a pesar de ser un producto de temporada, “es lo que nos funciona”.
José Luis Rufas recuerda que, de nuevo, el vivero de Adecuara está siendo imprescindible para su proyecto. Si hubieran querido hacerlo en Bolea, habrían tenido que hacer una inversión muy grande, pero las instalaciones del Grupo Leader les ayudan a seguir con esta producción sin tener que hacer un desembolso tan importante.